Ética: La Conciencia Moral

Diferentes acepciones del concepto "Conciencia"

En la vida diaria, hablamos de la "conciencia religiosa", de la "conciencia moral", de la "conciencia cívica", etc., conforme a la actitud que adoptamos frente a la vida, religiosa, moral, ciudadana, etc. También hablamos de "conciencia psicológica".

1. Conciencia psicológica

Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria. Observamos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos nos invaden. Nos sentimos felices. Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Podemos, pues, legítimamente, decir que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos de nuestro yo.

Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestros; a la vez, dichos fenómenos psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.

2. Conciencia moral

Para determinar la noción de la conciencia moral, acudiremos una vez más a nuestra propia experiencia.

a.) Es un hecho que nadie de nosotros juzga las acciones de un vegetal o de un animal irracional como acciones morales o inmorales. Sólo un ser humano es sujeto de actos morales o inmorales. Podemos por tanto, concluir que "la conciencia moral es una función de la persona humana".

b.) La experiencia nos enseña que ciertas personas observan una determinada conducta moral y que otras se conducen de forma inmoral. En consecuencia "la conciencia moral no es algo añadido a la persona, sino que es la misma persona, el sujeto de la conducta moral". "La conciencia moral es una realidad dinámica que capacita al hombre para captar y vivir los valores morales". Su desarrollo y perfección dependen del desarrollo y de la perfección de la personalidad de cada hombre.

3. Elementos constitutivos de la conciencia moral

a.) Elementos racionales que concurren a la formación de los juicios

Los juicios son formulados antes y después del acto moral. Los juicios previos al acto moral establecen los principios. Por ejemplo: Hay que hacer el bien y evitar el mal.

En otras palabras, se juzga que, si tal acto es bueno, debe ser realizado; si es malo, debe ser evitado.

Los juicios después del acto. Una vez realizado el acto, la conciencia lo acepta si fue bueno y lo rechaza en el caso de que haya sido malo. La conciencia juzga también si el acto fue digno de recompensa o de castigo. Si fue malo se pronuncia sobre la obligación de reparar los males causados.

b.) Los sentimientos morales antes del acto

El hombre naturalmente tiene la tendencia de hacer el bien y evitar el mal.

Experimenta, a la vez, respeto al deber, y por ende, aprecia la conducta buena y menosprecia la conducta mala.

Los sentimientos morales después del acto. El deber cumplido produce en el hombre alegría. Al no cumplir con su deber, el hombre suele llenarse de tristeza y, a veces, de vergüenza o remordimiento por el mal causado.

c.) Los elementos activos

Son actos de la voluntad. Una vez que la inteligencia ha concebido el objetivo, la voluntad elige los medios necesarios para alcanzarlo y, finalmente, busca su ejecución.

4. Diferencia entre la conciencia moral y la psicológica

Unidad y distinción a la vez.

Unidad: En el hombre hay cierta unidad entre la conciencia psicológica y la conciencia moral. En efecto, la conciencia moral presupone la conciencia psicológica y, a su vez, la conciencia moral complementa y enriquece la conciencia psicológica.

Diferencia: La diferencia entre la conciencia psicológica y la conciencia moral proviene de los distintos objetos a los que se dirige cada una de ellas. La conciencia psicológica atestigua la existencia de los diferentes elementos que entran en la estructura del yo, mientras la conciencia moral tiene la función de valorar los actos del yo y, con ello la de trazar "un proyecto de vida" del yo.

5. La conciencia moral interior de la moralidad

Partamos de un hecho. Dos personas contemplan la misma acción moral. Por ejemplo: alguien se arroja a un río tormentoso para salvar la vida de otra persona que se está ahogando. Una de ellas capta la majestad del valor, objetivo que en este caso es "arriesgar la propia vida por el prójimo". Otra persona puede juzgar que es una idiotez exponerse al gran peligro de perder la vida para salvar la vida de otro.

La conciencia moral de ambas personas implica dos elementos:

. Primero: La capacidad de valorar el acto de sacrificio. Esta capacidad recibe el nombre de "norma interior de la conciencia".

. Segundo: La capacidad de aprehender el valor objetivo de la acción. En nuestro ejemplo:" Dar la vida por el prójimo".

En el primer caso de nuestro ejemplo, hay adecuación entre "la norma interior de la conciencia" y el "valor objetivo". En el segundo caso, la "norma interior de la conciencia" no está de acuerdo con el "valor objetivo". ¿A qué se debe esta diferencia? En el primer caso la norma de la conciencia interior está bien formada y es capaz de captar el valor objetivo En el segundo caso, el egoísmo deformó la conciencia moral, lo cual impide captar el "valor objetivo". De lo dicho fluye lógicamente que la conciencia moral debe ser formada para captar los valores objetivos y de esta manera proceder correctamente. Dicha necesidad es tan antigua como el hombre. Sin embargo en los tiempos actuales, dicha necesidad se acentúa poderosamente. Asoma la pregunta ¿Por qué? Hoy más que nunca se pone en duda los auténticos valores y muchas veces se los desvirtúa. Ejemplo: bajo la apariencia de ayudar a los pobres se siembra el odio y se propaga la "lucha de clases".

. Los valores absolutos se relativizan sustituyéndose a Dios.

. La verdad es reemplazada por la mentira para conseguir determinados fines.

Frente a este drama del hombre contemporáneo, el Papa Juan Pablo II recuerda en su discurso a los jóvenes en Varsovia:"Al hombre hay que medirlo con la medida de su conciencia".

. Conforme a la actitud frente al orden moral objetivo, la conciencia moral puede ser:

. Verdadera: Cuando las valoraciones de la conciencia están de acuerdo a normas objetivas: Ej.: la conciencia alaba la virtud y condena el vicio.

. Falsa: Cuando las valoraciones no están de acuerdo a normas éticas de la conducta. Ej.: ridiculizar la virtud y alabar el vicio.

. Segura: Cuando el hombre no tiene duda alguna acerca de la legitimidad o ilegitimidad de una acción dada. Ejemplo: El deber del hijo es honrar a sus padres.

. Dudosa: Cuando las valoraciones son inseguras y cambiantes por motivos pasajeros.


Extraído del libro “Lecciones de Ética” de Bruno Rychlowski Palczynska (Sacerdote de origen polaco - Tras una larga vida dedicada a la filosofía y la enseñanza dejó de existir, a los 90 años de edad, en el mes de mayo de 2001).










Publicación de JEGM © Copyright 2004-2005 JEGM ®
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”
[Art. 19 - Declaración Universal de Derechos Humanos]
Comunícate con nosotros: jesusgonzalez [en] gmail.com
Los Grandes Soñadores Nunca Duermen
Big Dreamers Never Sleep
:. Caracas_Venezuela_South America .:
TODO ES CULTURA
CULTURA ES TODO

http://jesusgonzalez.blogspot.com

0 comentarios: